Fantasías sexuales: lo que imaginas también importa
Por una sexóloga de ConcienXuality
Durante años, hablar de fantasías sexuales fue un acto casi prohibido. Se nos enseñó a esconderlas, a sentir culpa por lo que pensábamos, incluso si jamás lo íbamos a hacer. Pero como sexóloga, quiero decirte algo simple y poderoso: fantasear es saludable.
Las fantasías son una extensión de tu imaginación erótica. No necesitan ser reales, ni ejecutadas, ni siquiera compartidas. Pero sí merecen ser entendidas, escuchadas… y sobre todo, respetadas.
¿Qué es una fantasía sexual?
Es una representación mental de una situación, imagen o experiencia que nos genera excitación. Puede ser algo que te ha pasado, que viste, que nunca ocurrirá o incluso que no quieres que ocurra. Pero al imaginarlo, algo dentro de ti se enciende.
Las fantasías no siguen reglas morales. Y eso está bien. No son un contrato, ni un mandato. Son un espacio libre de juicio donde tu deseo explora territorios nuevos, sin necesidad de ejecutarlos.
¿Por qué fantaseamos?
Porque somos seres sexuales complejos. Porque la rutina apaga y la mente busca encender. Porque lo desconocido excita. Porque a veces lo que no decimos en voz alta… nos grita desde adentro.
Las fantasías pueden ayudar a:
- Explorar deseos sin riesgo
- Conectar contigo mism@
- Activar la excitación sexual
- Mejorar tu autoconocimiento erótico
¿Hay fantasías “raras”?
No. Hay fantasías que se repiten más o menos en la población (dominación, ser observad@, tríos, lugares públicos, etc.), pero no hay ninguna que automáticamente te haga “mala persona”. La clave está en diferenciar lo que te excita en la mente de lo que decides hacer en la vida.
Fantasear no es actuar. Es sentir. Y sentir, incluso si lo callaste mucho tiempo, es válido.
¿Cómo integrar las fantasías al placer real?
- Escríbelas. Darles forma puede ayudarte a conocerlas sin miedo.
- Compártelas (si quieres). Con una pareja abierta o contigo mism@ frente al espejo.
- Usa juguetes o juegos eróticos que despierten esa parte de ti (como cartas, roles, o audios sensuales).
- Libérate de la culpa. Mientras no dañes a nadie, imaginar nunca será peligroso.
En ConcienXuality creemos que las fantasías no son sucias. Son puertas.
Puertas que puedes abrir sin apuro, sin juicio y con la curiosidad de quien se atreve a vivir(se) más completo.
Tu mente también es un órgano sexual. Escúchala.
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